Nuestro caminar está asociado a la preocupación por el medio ambiente. El año 2020, marcado por una pandemia, trajo razones aún mayores para repensar nuestras actitudes y comportamientos. Antes de la pandemia, veníamos avanzando hacia el aumento de la “basura” producida, ya sea en los hogares o en los comercios, en las calles y espacios por donde pasa la gente, generando una gran cantidad de residuos a diario.
En la pandemia, aumentó el consumo de desechables. Estos desechables invaden nuestras vidas y el medio ambiente. En Brasil se producen aproximadamente 11 millones de toneladas de plástico, lo que coloca al país en el cuarto lugar del ranking mundial.